Mi vecino renunciante (2da. Parte)

Queridos alumnos,

                           ¡Hari Om!. Hace dos días me acerqué al sadhu vecino y le pedí una Satsanga, lo que aceptó sonriente. Extendió su manto para que nos sentáramos. Roxana (de visita en India) me acompañaba con la intención de filmar, pero el sadhu descartó la idea diciendo: ¿acaso soy un héroe para ser filmado? no, no, no estoy interesado en eso..." OK, OK, dije sin insistir. A continuación transcribo algo de nuestro diálogo.

Shuchita: Hay muchos Swamis que viven en ashram y algunos, como usted, que viven afuera. ¿Que ventajas encuentra en esta forma de vida?

Sadhu: uno está en comunión con la naturaleza. Tiene que soportar frio y calor. Por ejemplo, si llueve y tiene que ir a algún lado, va igual. Pero si está en la casa, dice "voy mañana". Si alguien lo trata mal, sufre un día, dos, tres, pero después se acostumbra. Viviendo así la mente se acostumbra a todo, alegría y dolor pasan a ser lo mismo, como consecuencia de esto, no se levantan vrittis (ondas) en la mente. Cuando no hay vrittis en la mente, esta deja de ser mente y es el alma la que se manifiesta. Por ejemplo, una lámpara en una pintura parece que ilumina, pero no ilumina en verdad. Así también la mente en el sabio parece mente, pero no lo es. Hablamos de eso, pero es un estado muy difícil de lograr, es un estado indescriptible.

Shuchita: ¿puede una mujer llevar esta vida?

Sadhu: depende de ella. ¿Quien soy yo para decirlo? yo no tengo autoridad. No podemos hablar por otros, ni siquiera puedo hablar por mí mismo. Sólo Dios puede saberlo. 'El es quien decide. El sol sale para todos, pero solo algunos pimpollos abren.

            Le agradecí la Satsanga después de intercambiar comentarios sobre escrituras y cuando le conté acerca del disfrute que experimentaba con la lectura actual, me dijo:

Sadhu: si usted siente tanto disfrute leyendo esa escritura, imagine el trabajo que habrá tenido el que la escribió!

            Me contó que nació en Mumbai y que hace 5 años que lleva esa vida. Le dije que era de Argentina y que también estaba desde hacía muchos años en el sendero espiritual. Entonces me sorprendió diciendo:

Sadhu: de Argentina... conozco a un jugador... Diago Meradona... o algo asi...

 

           Namaste!

                           Shuchita