El sagrado idioma Sánscrito no es un idioma común. Es el más antiguo que se haya conocido y debido a que sólo fue hablado por sabios y santos se ha mantenido puro hasta hoy. Es considerado lenguaje divino ya que es perfecto.
El Sánscrito es la lengua madre, por esto a aquel que la aprenda le resultará más fácil el aprendizaje de cualquier otro idioma. Por ser tan diferente a otros idiomas y tener particularidades propias motiva a estudiarlo.
El estudiarlo produce efectos que otros idiomas no logran y a lo largo de varios años de estudio de éste, he podido comprobarlos. Mejora la concentración y agiliza el intelecto.
Los mantras son palabras de poder que producen un efecto vibratorio en el cuerpo y son en idioma sánscrito, por lo cual el estudiar esta hermosa lengua es como estar repitiendo mantras.
Este último año completamos el estudio del Shiva Sahasranama, que son los mil ocho nombres del Señor Shiva. Shiva es uno de los tres aspectos de Dios según la mitología india. Estos nombres van describiendo a Shiva (Dios en su aspecto transformador) a través de Sus cualidades. Al repetirlos con la entonación adecuada, no sólo se están recitando mantras sino también realizando un ejercicio respiratorio (pranayama) produciendo paz mental. Es en si misma una práctica de Yoga completa. El efecto es maravilloso, uno va quedando envuelto por esta recitación y parece como si flotara, comp si el cuerpo no pesara, causa una paz interior tal, que da ganas de quedarse en silencio por mucho tiempo.
Esto aparece porque esta recitación expande la conciencia. Por esto, todo aspirante espiritual, tiene en el estudio de esta sagrada lengua a un aliado más en el arduo camino hacia la Suprema Morada. OM.

Lakshmana

El estudio del idioma Sánscrito trae satisfacción al alma y al intelecto, pero principalmente al alma, que recuerda esta lengua, porque es de origen Divino.
En las clases de Sánscrito hemos aprendido a recitar el Bhagavad Guitá (ver Mitología), la Sagrada Enseñanza de Yoga que el Señor Krishna le da a Su discípulo Arjuna. La recitación de este Sagrado Poema, escrito en Sánscrito, produce un efecto vibratorio en todo el cuerpo, expande la conciencia y eleva a uno por sobre los asuntos mundanos. Pero, aún ocupándose de los quehaceres diarios, esas vibraciones reverberan continuamente. Ese es el resultado de la recitación de mantras. Son vibraciones poderosas que ayudan a avanzar en el sendero espiritual.
El estudio y recitación del idioma Sánscrito es una forma efectiva de acercarse a la meta del Yoga, que es unirse al Absoluto, porque a la mente le agradan esas dulces palabras del más antiguo de los lenguajes, y como una abeja atraída por el néctar de una flor, ella va junto a los maravillosos versos del Bhagavad Guitá, llegando a concentrarse en el Señor.
Esta recitación es extraordinaria. La pronunciación del Sánscrito es hermosa, y su gramática perfecta. Poder estudiarlo es una bendición. OM

Aratí