La generosidad
Por Santoshí
 ¿Una buena acción refleja generosidad o es sólo una treta del ego para sentirse protagonista?. En realidad, cuando actuamos en el diario vivir, no tenemos en cuenta que puede ser el ego el que nos guía; para saber si somos generosos habría que hacerse algunas preguntas, como por ejemplo:
 ¿Soy generoso cuando doy al que necesita lo que no uso y me estorba?
 ¿Me desprendo de aquello que todavía me era útil, pero alguien lo necesita?
 ¿Dejo de lado mis necesidades y antepongo las ajenas?
 ¿No me importa utilizar mi tiempo, tan valioso en estas épocas, escuchando?
 ¿Soy generoso con mi conocimiento?
 ¿Divulgo en mi entorno mi buena acción?
La generosidad es el contrapunto del egoísmo y la avaricia, ya que el Ser que es generoso, no mide qué gana o qué pierde en su acción, no se centra en el resultado, sino que obra con total desprendimiento, hace lo que debe hacer más allá del interés personal.
El maestro Shri Pávana nos decía, “EL QUE SIRVE, SE SIRVE”, lo que interpretaría como servir al prójimo viendo a Dios en él, ya que todos somos Dios y el otro soy yo, básicamente me sirvo sirviendo, debería ser un acto esencialmente natural comprender la necesidad ajena, quizás, sin que el otro lo advierta.
Postergar o posponer nuestros proyectos por el bien de otros con desapego y generosidad son actos que enaltecen nuestra conducta y nos ayudan a despojarnos del ego, de modo de poder así alcanzar la Meta Suprema. OM
Santoshi