EL SIGNIFICADO DE NAMASTE

Por Shuchitá Mahayoguiní

 

Namaste es el compuesto de dos palabras sánscritas - Namah y te. Namah significa “saludar” o “encorvarse, doblarse, inclinarse”, te significa “hacia ti”. Namaste entonces quiere decir “yo te saludo”, “yo me inclino ante ti”. Este bajar la cabeza es acompañado de la acción de juntar las palmas y llevarlas hacia el pecho.

Namaste es verdaderamente indio en su origen y expresión. Ha sido cálida bienvenida para muchas culturas extranjeras, no dejando ninguna duda acerca de la tremenda capacidad de asimilación que tiene la cultura India. Es un saludo recíproco, y reconoce la unidad fundamental entre unos y otros.

Este gesto es una expresión de humildad: “yo reconozco a Dios en ti”. Si una relación humana comienza con este sentimiento, ¿puede haber lugar para la perversidad o malicia en nuestro comportamiento para con los demás? Este es el comienzo de todos los sistemas de práctica espiritual en India que guiaron a muchas luminarias espirituales hacia la expansión ilimitada de la conciencia. Namaste reconoce a la Divinidad en el hombre, el que es reconocido como un templo móvil de Dios.

Así como podemos navegar más rápido en un barco si sabemos cómo mover las velas de acuerdo al curso del viento, de la misma manera nuestras vidas serán más tranquilas  si avanzamos a tono con la naturaleza. Namaste nos ayuda a estar a tono con la naturaleza, y evolucionar como seres humanos. Y no nos cuesta nada practicarlo. Nos ha sido dado por los antiguos santos y sabios. Cualquiera puede practicarlo en cualquier parte. Pero los beneficios van a la gente que es sincera y humilde. Estos son algunos de los secretos de esta simple práctica de Namaste en nuestra vida diaria.

Las almas dormidas son despertadas a la Realidad en Namaste a través de la práctica en la vida diaria. Este saludo apunta a una personalidad integrada, donde corazón y cabeza están unidos.

Namaste nos ayuda a romper todas las barreras entre nosotros y volvernos humildes. Esto nos hace trabajar como un instrumento de Dios en los campos espiritual y social de nuestras actividades. Esta clase de transformación vino a las vidas de muchos en el pasado y en el presente, y los hizo sentirse humildes para pensar que cualquier cosa que les pasara era debido a la gracia de Dios.

Namaste exhibe la Verdad. Porque la Verdad es sólo Una y no dos, dos manos son juntadas sobre el corazón como si fueran una sola. Con este sentimiento, la Verdad es reconocida y transmitida por uno al otro.

Namaste es distinto a todas las otras formas de saludo, como por ejemplo el de estrechar las manos, ya que nos ayuda a trascender las limitaciones físicas y mentales auto-impuestas. En Namaste un hombre puede saludar a miles de personas. Namaste une los corazones y los trasciende, hasta nos posibilita lograr la Unidad en la diversidad mediante una conciencia expandida. Por ello, Namaste ayuda a establecer simpatía con la gente sin limitación alguna.

Es costumbre hacer Namaste a la Deidad, así como a los familiares, maestros, huéspedes, amigos y santos. Esto ayuda al hombre a extenderlo a todos los seres humanos que se encuentren con él. Gradualmente esta práctica también lo ayuda a hacer Namaste a todos los seres vivos, ya que todos los seres vivos son considerados como miembros de la familia del Dios Único. La propia entrega es la esencia de la devoción, y esta entrega se desarrolla sobre la práctica repetida de Namaste frente a cualquier forma de la Divinidad. OM