Queridos Alumnos,
                          Hari Om! Namaste!
                          Esta bendita India conmueve a cada paso. Hoy fue un día muy especial porque ayer murió un gran Guru de la zona perteneciente a Kailasa Ashram y hoy se lo despidió trayéndolo al Ganges. Sannyasins de todas las órdenes monásticas, sadhus mendicantes, niños y mayores, todos se convocaron para rendirle sus respetos.
                          En India todo es espontáneo y natural. No había un cordón preparado y la gente se agolpaba para tener el último darshan o recibir alguna bendición tocando su cuerpo, ya deshabitado. Un policía trataba en vano de hacer que se sentaran. Todos juntaban las palmas con devoción mientras cantaban las glorias del Señor en Su forma de Shiva.
                         Venían Swamis y grandes Gurus de todos los Ashrams vecinos. Kailasa Ashram estuvo siempre muy vinculado a Shivananda Ashram, así que nuestros Swamijis estuvieron presente rindiéndole especial homenaje al Santo Maestro.
                         Cuando transportaban su cuerpo sentado en una carroza llena de guirnaldas con flores y abanicado por sus devotos, divisé en ella a uno de mis vecinos. Se trata de un joven que vive en mi edificio con su padre ciego, un sadhu desnudo. Me sentí apenada por su pérdida.
                         La escena era muy conmovedora, no filmé por una cuestión de respeto. Me mezclé entre los sadhus y traté de retener en mi mente todas las imágenes para contarles.
                         Nadie está excento de la Ley del Tiempo. Los sabios también se van. Pero sus vidas no han pasado en vano, han obtenido el conocimiento del Ser y lo han esparcido. Mientras que otros envejecen, quizás conociendo muchas ciencias, pero sin conocerse a sí mismos.
                         Sólo el conocimiento del Ser vale la pena en este mundo.
 
                         RECUERDEN, RECUERDEN SU VERDADERA NATURALEZA, ALMAS DIVINAS! OM
                                                            Shuchitá