Nota publicada por el diario El Litoral,
Revista “Nosotros”,
5 de mayo de 1997, Santa Fe.

Yoga ¿artístico o deportivo?

“La palabra yoga tiene varias acepciones como mezclar dos sustancias, por ejemplo agua y azúcar, unión o métodos de unión, unir causa y efecto y otras catorce más. En lo referente a la filosofía yoga, es definida como 'unir el yo inferior con el Yo Supremo' y el tratado más completo, los Yoga Sutrani, fue escrito por el sabio Patañjali que resumió todas las formas de yoga en lo que es llamado Raya Yoga o yoga de los ocho pasos”.

         Con estas precisiones, Mario Puertas -reconocido especialista en el tema y uno de los pioneros en introducir este conocimiento en Santa Fe-, se refiere a uno de sus principales motivos de estudio a lo largo de muchos años, ante la proliferación de disciplinas que usan este nombre y nada tienen que ver con su práctica y sus fundamentos originales.
         Puertas -que también usa el nombre sánscrito Pávana Yoguiraya- invoca el verdadero concepto de yoga, cuyo origen se pierde en el tiempo, y según el cual no puede existir un yoga deportivo ni tampoco uno artístico, como actualmente ha comenzado a divulgarse. Lo que así se denomina “es cualquier cosa menos yoga”, recalca. Al respecto, explicó que “es precisamente en el tercer paso de este sistema en donde se trata sobre ásanas o posturas estáticas del cuerpo, las cuales deberán mantenerse firmes como una roca para aquietar la mente y después dominarla con los cinco pasos siguientes. Este yoga de las posturas del cuerpo es llamado Hatha Yoga y de ninguna manera es artístico o deportivo; llamarlo así es una aberración”, expresó.



No es una proeza gimnástica
         Puertas precisó que “Hatha Yoga no es una proeza gimnástica peligrosa, fue preparada por sabios para purificar nuestra naturaleza mental, eliminar alguna dolencia si la hubiere y limpiar el cuerpo de toda impureza. Es por esto que al yoga se lo tiene por muy sagrado y sublime. Este yoga de las posturas estáticas que se realiza con los ojos cerrados, concentrando la mente en alguna parte del cuerpo y regulando la respiración, produce quietud y equilibrio mental. En el tratado Hatha Yoga Pradipika se dice “un yogui que desea resultados debe mantener secreto su conocimiento y su práctica de Hatha Yoga, ya que éste se vuelve potente cuando está oculto e impotente cuando se lo muestra”.
         Más adelante, señaló que “si hay una forma llamada Yoga Deportivo que se realiza con música, con movimiento, competencia y entrenamiento extenuante, eso será cualquier cosa menos yoga. En yoga no debe haber competencia, ni siquiera con uno mismo y menos con música distractiva”.



Aquietar la mente
         Explicó además que “las posturas de yoga no deberán realizarse con esfuerzo, deberán ser cómodas, para poder mantenerlas durante bastante tiempo; así dicen todos lo tratados escritos por sabios y santos maestros. Esas posturas tienen por finalidad facilitar la concentración mental eliminando los torbellinos producidos por una sucesión de pensamientos. Si se realizan posturas en competencia con otros practicantes, en torneos, y 'ante jueces que evalúan el esfuerzo', es fácil deducir que la influencia de las emociones de temor, celos, envidia, pesadumbre, desesperación, júbilo, odio, lograrán afectar tanto a la mente como al cuerpo en sus sistemas nervioso y endócrino”.
         Según manifestó, esa situación emocional fue fácil de observar a través de la televisión en las competencias olímpicas en las especialidades de gimnasia, gimnasia artísticas, en aparatos y en atletismo, entre otras.
         “Se ha producido un grueso error y confusión al introducir la palabra yoga para presentar a una actividad que tiene más de acrobacia, gimnasia, educación física o contorsionismo, confundiendo a las personas y a las autoridades encargadas de velar por la salud física y mental en esas actividades”, añade, para definir: “Yoga es un sistema filosófico que persigue a través del cuerpo una sosegada salud y calma mental para concentrarla y, a través de la meditación, culminar en una sublime autorrealización”.