EL MAESTRO PÁVANAJÍ

El Maestro Pávanaji fue una de las personas más lindas que he conocido. Podría escribir horas sobre Pávanaji y contar mil anécdotas. Lo cierto es que hice muchos cursos con Él, y discutíamos de muchas cosas debido a mi formación científica, “ver para creer”, y occidental, “siempre cuestionando porqué”, lo volvía loco con mis preguntas, y Pávana, con esa paz que lo caracterizaba, siempre tenía una respuesta que calmaba mis dudas. La experiencia más maravillosa, y que nunca olvidaré, fue cómo me preparó para enfrentar la muerte de mi madre. “Casualidad” para algunos, “Cuando el alumno está preparado aparece el maestro” para otros, lo cierto es que cuatro días antes de que los médicos dijeran que mi mamá tenía una enfermedad terminal y que le quedaban pocos días de vida y cuando nadie en mi familia sospechaba lo que iba a suceder, Pávana me esperó a la salida de una sesión de Hatha Yoga y con la excusa de aclarar un tema de un curso que en ese momento estaba haciendo, me habló sobre el “apego”, tanto a lo material como a las personas. Me contó sobre su experiencia personal y su reacción ante la noticia de la muerte de su madre. “El shock es inevitable”, dijo Pávanaji, “el tiempo que demores en aceptarlo y superarlo es lo que te dará una idea de cuan apegada estás a las cosas”. Obviamente en ese momento supuse que era una de las muchas cosas sobre las que Pávanaji me había enseñado. Cuando la noticia llegó entendí el porqué de esa conversación. Me estaba preparando para lo que vendía. Durante los 16 días que pasaron entre la noticia y la muerte de mi madre, que sólo tenía 63 años, tanto Pávanaji como Shuchitá, siempre tuvieron palabras para calmar mi angustia y supieron orientar mis pensamientos para que superara este doloroso hecho en poco tiempo. Como dije antes, ésta es una de las tantas anécdotas que podría contar sobre el Maestro Pávanaji. Lo más importante fueron sus enseñanzas y sus consejos, siempre certeros y oportunos. Namasté.

OM Marta Favale