"En el mundo, no hay antiséptico más potente ni germicida superior a la meditación; ésta mata todo tipo de gérmenes, microbios y bacilos. Por lo tanto, puede que uno deje de comer, pero nunca debería dejar de meditar diariamente aún si estuviera seriamente enfermo. Es más, la meditación es también un tónico maravilloso que vigoriza el sistema entero, renueva las células, elimina enfermedades y controla el desarrollo de las mismas. Aquellos que meditan ahorran en honorarios médicos. El fuego de la meditación aniquila toda impureza surgida del vicio, todas las miserias y males emergentes de la ignorancia. Entonces, repentinamente, despierta la sabiduría divina que conduce directamente a la Emancipación final. La meditación consiste en mantener una corriente incesante de conciencia de Dios."

                                                                     Swami Shivanandaji

                                                                  Del libro 'Daily readings'